Ya no hace falta museo de San Fermín

Una vecina – 2 de mayo de 2014

Con el consentimiento del Ayuntamiento, nuestra calle y plaza Navarrería se ha convertido en un parque temático de la barbarie: la sobresaturación de establecimientos expendedores de bebida es insólita. Han convertido esta zona en un botellón consensuado entre expendedores de bebidas, Ayuntamiento y gente que probablemente no vive aquí. Y la indefensión de los vecinos que habitamos esta zona. La gente sentada en el suelo obstaculiza la vida normal de los vecinos, comiendo, bebiendo, dejando restos en la calle que cada fin de semana queda convertida en un gran basurero… Podría contar los excesos de volumen musical por parte de los bares, la parodia si llamas a la Policía Municipal… Hemos dado pasos buscando soluciones pero, lejos de mejorar, vemos con sorpresa y desesperación que va en aumento.

Diario-De-Noticias-

Añadir un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.