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María Antonia González – Viernes, 2 de Diciembre de 2016

Con qué alegría el Ayuntamiento de Pamplona apoya una campaña que nos anime a la gente a consumir más alcohol del que ya consumimos (que no es poco) los sábados y domingos al mediodía, donde hay una gran mayoría de público familiar: padres y madres con criaturas, abuelos y abuelas, etcétera ( yo entre ellos).

No solo no promueve un ocio alternativo, sino que, envuelto en un papel de cultura, favorece, una vez más, a un sector hiper desarrollado en Pamplona como es el del consumo del alcohol, sin cortapisas, sin control, invadiendo la calle, molestando al vecindario, entorpeciendo la libre circulación de personas, más si son de movilidad reducida, etcétera. Dando una imagen de Pamplona que por lo visto le gusta mucho al turista, por lo insólito y como ciudad altamente permisiva, pero que creo no nos favorece nada. Podíamos ofrecer al turista otros atractivos, que los tenemos y podíamos potenciar.

El que muera una niña de 12 años por coma etílico no es una casualidad, es una consecuencia de nuestro trato familiar y campechano con el alcohol, sin control, como si no fuera una droga que mata.

¿Es que no se piensa regular nunca el consumo de alcohol? ¿Por qué no se regula como cualquier otra droga, tabaco, canabis, etcétera? Todos y todas lo sabemos: por el dinero. Pero estamos pagando un precio muy alto. Para empezar propondría que el alcohol no saliera a la calle, ni se publicitara, se restringiera a locales cerrados, con horarios restringidos y sin acceso a menores de 18 años, como se hace con las sociedades cannábicas. Creo que la regulación del consumo del tabaco ha sido posible y no ha dado tan catastróficos resultados como alguien preconizaba, sino todo lo contrario.

De todas formas, una cosa es la permisividad, que ya es más que de sobra, y otra es poner un solo euro del erario público y que aparezca el logo del Ayuntamiento en una campaña de este tipo.

¿No podría el Ayuntamiento promover la cultura con unos programas alternativos, más educativos, más ecológicos, más sanos, más protectores de la infancia, más amables con la ciudadanía, menos consumistas, más creativos para las familias que no sea ir a echar el vermú?

Diario-De-Noticias-

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