En la última década, la población menor de cinco años ha descendido un 33% en el Casco Viejo. Según el Servicio de Sociología del Ayuntamiento de Iruña, en 2012 533 niños y niñas menores de cinco años vivían en la parte vieja frente a los 355 de 2022.
“La pérdida de población infantil es un síntoma de que el barrio no está sano. Cada vez tenemos menos espacios públicos para jugar, hay zonas totalmente saturadas con ruido y suciedad, a veces es muy difícil acceder a tu domicilio por acumulación de gente en los portales y, según qué calles, los jueves, viernes y sábados es complicado conciliar el sueño. El Casco Viejo está dejando de ser un buen lugar para la crianza”, lamenta Toni Iragi, miembro de AZ Sare Komunitarioa.
Según AZ Sare Komunitarioa, los vecinos del Casco Viejo son el 5,4% de la población de Pamplona mientras que soportan el 80% de los actos programados que se celebran en la ciudad.
“Es una cifra totalmente desproporcionada”, asegura Toni. Además, lidian con eventos espontáneos como despedidas de solteros, salidas de charangas sin autorización municipal y “días de fiesta que nadie sabe qué se celebra. La saturación es excesiva y va a más porque al final es un negocio y se anteponen los intereses económicos privados frente al derecho al descanso del vecindario”, incide.
Ante esta situación, la red comunitaria del Casco Viejo elaborará un “protocolo de buen uso del barrio” que van a entregar a las instituciones, a los partidos políticos municipales y a colectivos como las peñas.
“Muchas organizan sus actos festivos con charanga y música en las calles del Casco Viejo. No estamos en contra de las peñas, ni mucho menos, pero queremos que sean conscientes de la situación que padece el barrio y que, de alguna manera, replanteen su actividad”, reclama Toni.
En la misma línea, interpelan directamente al ciudadano, que es el que sale de fiesta hasta altas horas de la madrugada. “Queremos que nos respeten”, demandan. Además, AZ Sare Komunitarioa se está planteando hablar con las dos universidades (UPNA y UN) e institutos para que conciencien a los alumnos y realicen labores pedagógicas«.
“Saturación hostelera”
El vecindario del Casco Viejo también critica el alto número de bares y restaurantes, que, en algunos casos, no son “respetuosos” con el barrio.
“Hemos detectado un cambio en parte de la hostelería. Antes predominaba una hostelería de barrio, cercana y se mantenía, con algunos conflictos, el equilibrio entre el ocio y el derecho al descanso. Ahora ha aparecido un lobby hostelero mucho más agresivo y menos consciente de que el Casco Viejo es un barrio en el que vive y quiere vivir la gente”, critican.
Según AZ, esta situación se remonta a 2006, cuando quedó sin efecto la Ordenanza de saturación de actividades hostelero recreativas en el Casco Viejo, vigente desde 1987.
El barrio dejó de estar considerado zona saturada de bares y desde entonces el Ayuntamiento ha concedido más de 70 licencias. “Ya estábamos abarrotados y se abrió la veda. Se rompieron todos los equilibrios entre el ocio y el descanso y ahora en algunas calles es muy difícil vivir”, se quejan.
También lamentan que los negocios hosteleros hayan ocupado más calles tras la pandemia, en referencia a las 47 terrazas covid que Navarra Suma ha convertido en permanentes. “Mientras, no tenemos ni unas instalaciones públicas para que los críos puedan realizar ejercicio y muy pocos parques para que puedan jugar, solo el de San Francisco. ElCasco Viejo está destinado al consumo”, subraya Toni.
La vivienda más cara. AZ Sare Komunitarioa también relaciona el descenso de población de menores de cinco años con los elevados precios de los alquileres.
Según el portal Idealista, el Casco Viejo es el barrio donde resulta más caro alquilar un piso: 11,1 €/m2 –su máximo histórico– frente a los 10,0 €/m2 de media en Pamplona en septiembre.
“A muchos jóvenes y familias con hijos se les está haciendo muy difícil pagar y buscan pisos en otros barrios”, asegura Toni.
El vecindario cree que estos precios se deben, en parte, a la presencia de pisos turísticos. “Ha tenido un impacto directo y ha dificultado el acceso a la vivienda. Hasta el año 2018, no se reguló la instalación de pisos turísticos en el Casco Viejo y hubo barra libre para la instalación de pisos turísticos, legales e ilegales”, denuncia Toni.
Según AZ, el 38,4% de los apartamentos turísticos que existen en la ciudad se ubican en la parte vieja de la ciudad.
Todos estos factores, alertan, han provocado que el Casco Viejo esté sufriendo un proceso de gentrificación, el desplazamiento forzoso hacia otras zonas de Pamplona.
“Nos estamos convirtiendo en un centro de ocio y turismo en el que es muy difícil ver vida cotidiana porque ya reside muy poca gente. Es urgente pararlo y revertirlo”.
Para cumplir ese objetivo, AZ Sare Komunitarioa va a elaborar un plan integral de acciones que incluye la investigación de licencias, el cumplimiento de normativas y denuncia social.
Líneas de acción
AZ Sare Komunitarioa. Alde Zahar Ekimena se ha transformado en Alde Zahar Sare Komunitarioa, una red comunitaria de la que forman parte doce colectivos. AZ Sare Komunitarioa ha aprobado las líneas de acción e iniciativas para 2023 que se detallan a continuación.
Mediación comunitaria. AZ Sare Komunitarioa creará un grupo de mediación comunitaria para resolver posibles conflictos que surjan en el barrio entre comunidades de vecinos o residentes y hosteleros.
Lucha contra las injusticias sociales. Los vecinos del Casco Viejo desarrollarán protocolos para responder ante situaciones de injusticia social como agresiones machistas, policiales, sexistas, racistas, transhomófobas, laborales, desahucio y abusos policiales.
Espacios de calor. El objetivo de AZ Sare Komunitarioa es desarrollará estrategias propias y colectivas para ofrecer alternativas de cooperativismo. “Este invierno, con el encarecimiento de la energía y la pobreza que muchas familias van a padecer, vamos a generar espacios de calor. Que la gente pueda pasar la tarde en un lugar que esté caliente”, indica AZ. Además, a largo plazo, quieren ofrecer comedores populares. “Queremos que la gente más vulnerable, en vez de que gaste energía en casa, se alimente en comedores que sean más económicos y sostenibles”.
Presión para un centro de salud accesible. Los vecinos del Casco Viejo van a seguir movilizándose y presionando para que el centro de salud, en Compañía, sea accesible para todas las personas. En la actualidad, las personas que acuden por la calle Calderería se topan con una docena de escalares que personas en sillas de rueda o de movilidad reducida no pueden subir. AZ propone una solución sencilla, que la puerta del centro de salud ubicada en Calderería se abra con un portero automático.
AZ Morea. Será un colectivo feminista que trabajará para que el feminismo esté presente en el Casco Viejo.