Los ‘pubs’ de Alicante exigen no ejecutar la sentencia contra el ruido
SERGIO SAMPEDRO 19 noviembre 2019
La asociación de locales recoge firmas contra la aplicación de la ZAS que impulsa el Ayuntamiento tras el fallo judicial. Argumentan que mantienen «más de 2.000 empleos»
Los locales de ocio del centro de Alicante, agrupados en la asociación Alroa, lanzaron el pasado domingo una campaña en change.org en la que solicitan no aplicar la Zona Acústicamente Saturada (ZAS) en el centro de Alicante, ya que eso, argumentan, supondría el fin del «principal motor económico» de la ciudad. Al cierre de esta edición ya habían superado las 1.350 firmas.
Según explica Alroa en la publicación, «Alicante es una ciudad que vive del turismo y del ocio». «La ciudad no tiene otro motor económico que la hostelería y entre todos los locales damos más de 2.000 puestos de trabajos directos e indirectos. Con el ZAS, cientos de trabajadores se irán al paro y cientos de locales tendrán que cerrar sus puertas creando una ciudad fantasma. Por el derecho al trabajo, no al ZAS en el centro de Alicante».
Realmente la aplicación de la ZAS tiene que hacerse por mandato judicial, ya que el pasado viernes el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 4 de Alicante condenó al Ayuntamiento por haber vulnerado los derechos fundamentales de los vecinos y ordenó aplicar la zona saturada en la calle Castaños y en otras diez adyacentes; en principio este fallo también es recurrible, aunque el consistorio informó la semana pasada de que iba a acatarlo y empezar a tramitar cuanto antes la ZAS.
Como publicó este diario, esto quiere decir que la zona de ocio quedará muy restringida y, en muchos casos supondrá el cierre de las actividades más ruidosas. La presidenta de la asociación de vecinos del centro, Alcázar Moreno, reiteró este fin de semana que los residentes de la zona no buscan «la desaparición del ocio, sino un modelo sostenible para la convivencia». Según el informe presentado por el perito designado por la juez que falló a favor de los vecinos, los valores de ruido superaban ampliamente el máximo estipulado por la Ley.