Limitadores de sonido en los locales y distancias mínimas para las nuevas aperturas de bares en Pamplona
Marivi Salvo / Javier Bergasa – Viernes, 4 de Noviembre de 2016
El Pleno aprobó la normativa de hostelería, con la abstención de UPN y el PSN
Deroga la moratoria fijada en agosto de 2015
“Somos conscientes de que el problema del ocio es un reto difícil de resolver”
Pamplona – Pamplona contará por primera vez en muchos años con una normativa específica que regulará los locales de hostelería del Casco Viejo, con el objetivo de que el barrio recupere el “equilibrio y la convivencia” que se han roto en los últimos años con el desarrollo desmesurado de los negocios de hostelería y la saturación de determinadas calles, en detrimento de la actividad comercial y el derecho al descanso de los vecinos.
Una vez que se publique en el Boletín Oficial de Navarra, entrará en vigor la nueva normativa, que establece medidas de control del ruido en los locales y levanta la moratoria decretada en agosto de 2015, aunque marcando distancias mínimas en la implantación de nuevos locales. Solo podrán abrirse con estos requisitos nuevas cafeterías y restaurantes, porque los bares, discobares y discotecas seguirán siendo actividades prohibidas.
EH Bildu, Geroa Bai, Aranzadi e I-E votaron ayer en el pleno municipal a favor de la aprobación definitiva de la modificación del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (PEPRI) del Casco Viejo, un texto que lleva trabajándose más de un año en foros de debate, con participación de comerciantes, hosteleros y vecinos, y en el que, “somos conscientes de que no se ha podido atender todas las demandas”, señaló el concejal de Ciudad Habitable, Joxe Abaurrea, pero “pediría que confiáramos en el trabajo de los técnicos, porque nos aseguran que va a tener un impacto importante en la realidad” a corto y medio plazo.
El concejal respondía así a la intervención de Javier Hualde, de la plataforma Convivirenloviejo, foro vecinal que considera insuficiente las medidas planteadas, una normativa ante la que manifestaron su “profunda decepción”, porque “hemos intervenido en todos los foros de manera positiva, y no se ha aceptado ninguna alegación”, y porque, según añadió, no se ha planteado, por ejemplo, un “posicionamiento contundente” contra el ruido. “Seguiremos luchando por el equilibrio que otros han destrozado y este Ayuntamiento no quiere reconstruir”, dijo Hualde.
Abaurrea recordó, en cambio, que el del ocio nocturno es un “problema histórico”, al menos desde 1987, y “somos conscientes de que es un reto difícil de resolver, complejo y de largo recorrido”, dijo. Detalló, en cambio, que el nuevo Equipo de Gobierno le ha plantado cara, primero “cortando la hemorragia”, al decretar una moratoria de licencias tras la saturación detectada, y después abriendo un proceso de participación para definir “medidas nuevas para prevenir el ruido”. Reconoció que el texto no “ha podido atender todas las demandas”, pero valoró el trabajo de los técnicos, “que no es el punto final en la recuperación del equilibrio del Casco Viejo”, porque “tendremos un plazo no muy extenso para hacer balance”.
cONFIAR EN LOS CAMBIOS Iñaki Cabasés (Geroa Bai) también reconoció que “sabemos que la propuesta no va a ser de plena satisfacción de las dos partes, Hostelería y vecinos”, pero indicó que se habían generado “problemas de convivencia”, que requerían “modificaciones importantes”, y “vamos a ver los efectos que tienen”. Como miembro del equipo de Gobierno, Alberto Labarga (Aranzadi) asumió las “críticas” de los vecinos, pero, según dijo, “soy más optimista y creo que el esfuerzo para que el Casco Viejo recupere su importancia como barrio es clara”. Citó que las medidas a la hostelería se complementan con otras en el barrio, como el plan de movilidad, cambios en la recogida de basura, etc. “Hay procedimientos abiertos, otras herramientas en marcha y planes muy importantes para el barrio”. También Edurne Eguino (I-E) opinó que la situación actual ha sido provocada “por la nefasta gestión de UPN”, y el exceso de licencias: “Debemos tomar el texto como un punto de inicio, lo que no se quiso hacer antes”.
A pesar de reconocer que la reforma que se plantea incluye “iniciativas importantes”, según Maite Esporrín (PSN) como la delimitación de zonas saturadas, las distancias, la instalación de carteles con la licencia y la limitación del aforo, entre otras, el grupo socialista se abstuvo a la normativa porque “consideramos que no va a resolver los grandes problemas que existen”. También criticó que las alegaciones no han sido “respondidas con el carácter que ellas requerían”.
A UPN le bastó precisamente el argumento de que las alegaciones no se han respondido con la precisión “que requerían por el trabajo realizado”, para abstenerse. Enrique Maya reconoció que “estamos a favor” del texto propuesto. El portavoz de UPN opinó que “tenemos un problema, es evidente, no es fácil llegar al equilibrio y tenemos que reconocerlo”, pero miró para otro lado respecto al origen del problema: “No me vale decir que fue culpa de UPN”, porque “todos creímos que era bueno fomentar la actividad hostelera en un momento de crisis”. De UPN se aprobaron dos enmiendas, la referente a mejora de accesibilidad en los locales, y otra sobre que las ventanas al exterior deberán estar cerradas si se emite música en el interior.
En el casco viejo
1. Bares y discobares. Siguen prohibidos. Bares, discobares y discotecas siguen siendo usos prohibidos, por lo que no se pueden montar nuevos.
2. Cafeterías y restaurantes con distancias. Se podrán instalar nuevas, pero con una limitación de distancias respecto a otros. Cafeterías a 50 metros como mínimo en el centro del Casco Viejo y restaurantes a 25 metros. En el límite sur del Casco, a 25 m.
3. Sin ventanas para servir. Cafeterías y restaurantes nuevos no podrán instalar ventanas que permitan servir. Deberán contar con un limitador registrador musical, y las cafeterías, además, una doble puerta estanco. Se limita el uso de patios interiores.
4. Cartel visible. En 3 meses deberán instalar todas las actividades hosteleras un cartel con su categoría, nivel máximo de emisión musical y aforo.