Foro de barrio. Vecinos del Casco Antiguo acusan al cuatripartito de plegarse a los bares
Myriam Munárriz 15 de febrero de 2017
Este martes en el foro de su barrio dijeron que el Ayuntamiento no aplica la ordenanza de terrazas ni de licencias; el concejal de la zona, Alberto Labarga (Aranzadi) replicó que las terrazas tienen derechos adquiridos
La decisión del equipo de gobierno municipal de permitir finalmente a la hostelería colocar las terrazas en el horario de carga y descarga ha sido para los vecinos del Casco Antiguo un portazo a su aspiración de recuperar la vía pública para los residentes. O al menos para varios de los alrededor de cien que acudieron ayer al foro de su barrio, que presidió el concejal de la zona, Alberto Labarga (Aranzadi). Una cita que, desde las seis y media de la tarde, se prolongó durante dos horas largas mientras que la mayoría finaliza a las ocho. Y es que el tema de la hostelería
acaparó muchas de las cuestiones planteadas en el foro, con largas exposiciones de los participantes. Pero en todas las declaraciones se criticaba lo mismo: que el equipo municipal (EH Bildu, Geroa Bai, Aranzadi e I-E) se había plegado a los intereses de la hostelería por encima de los residentes. En concreto, en dos cuestiones: el incumplimiento de la ordenanza de terrazas y el de las licencias, ya que se conceden -dijeron los asistentes- a supuestas cafeterías que acaban convertidas en bares nocturnos. Y con el agravante, añadieron vecinos de la agrupación Convivir en lo Viejo, de que en el proceso de participación al que se les invitó para abordar la problemática de la hostelería no se atendió a ninguna de sus alegaciones. “El tema es sencillo. Las terrazas son ilegales, se levantan y ya está”, llegó a decir una residente. “No es tan fácil. Hay una serie de derechos adquiridos”,
replicó el concejal.
Otro espacio de debate
Alberto Labarga dijo que estas alegaciones que finalmente no se han contemplado en el Pepri (plan de reforma del Casco Antiguo) tendrán su propio espacio de discusión. “¿Cuál?”, le inquirieron desde el público. “Aún está por desarrollar”, dijo el edil de Aranzadi, que también añadió que se está trabajando mucho en este tema. “La sensación que tenemos es que lo de se ‘está trabajando’ es más una coletilla que la verdad. Mi duda es si además de oírnos, nos escucha”. El concejal reconoció que el tema era complejo y con una solución a medio plazo. “Han sido muchos años de mirar a otro lado”, se justificó. Y, entre las medidas que el equipo de gobierno ha adoptado, citó la moratoria de un año para abrir nuevos locales de hostelería, la negación de cuatro licencias y la apertura de nuevos espacios públicos para contrarrestar la pérdida de las terrazas, como el que se creará en el rincón de Pellejerías con el derribo de la nave de Apesteguía. Pero los vecinos se presentaron con otros datos. Según dijeron, actualmente residen en el
Casco Antiguo 10.781 personas, el mínimo histórico desde hace años. Esa bajada de población ha provocado que, por cada 46 vecinos, haya un bar cuando en 2006 era por cada 63, mientras que en la zona centro de Madrid es de 51. Para varios de los asistentes una solución sería incentivar programas culturales porque, criticaron, para el centro sólo se impulsan el “culto al alcohol”.