Empatía cero
Jorge Nagore – Jueves, 26 de Febrero de 2015
Es lógico que los hosteleros de Pamplona y el gerente de la AEHN estén en contra de que el Ayuntamiento restrinja el horario para que barriles y taburetes de los bares estén en la calle haciendo las veces de cuarto de estar. Es normal que esto les moleste. Lo patético es que -como dice el gerente- digan que es una medida “completamente irracional”. De irracional no tiene nada, al contrario. Desde la llegada de la ley antitabaco, los clientes estarán más sanos en el interior, pero los vecinos están muchísimo más afectados por el ruido en el exterior. Yo he bebido como dos cosacos durante 20 años y creo que de octubre a mayo no me he tomado una copa en la calle jamás. Ahora es lo habitual que el fumador se saque su copa, le acompañen tres más, se apalanquen en los barriles, llegue otra cuadrilla, monten la de Dios y allá se peguen tres horas. Los barriles y taburetes se han convertido en una prolongación al aire libre del bar, sin doble puerta ni cosa que se le parezca. Su simple existencia ha multiplicado por 20 el trajín de puertas y dobles puertas abriéndose y cerrándose. Y todo esto exclusivamente para beneficio del hostelero y en detrimento del vecino. ¿Cómo puede decir el gerente “¿de qué sirve que un cliente no pueda salir con su copa a la calle si a menos de 20 metros tiene un grupo de adolescentes haciendo botellón o gritando?”. Sirve, claro que sirve. Y salir puede salir, lo que no puede ser es que se apalanque él y otros 40 alrededor sin límite de horario. ¿Qué quiere Nacho Calvo que hagamos con los adolescentes, los gaseamos? Cíñase por favor al perjuicio que ha recaído exclusivamente sobre el vecindario. No se trata de que usted o los bares solucionen la sociología universal, pero al menos un poco de dignidad, como ese hostelero que se preguntaba “¿y si salen, donde apoyan la bebida?”. En la punta del capullo, hombre, como toda la vida.