El técnico reconoció al juez que el bar de Calceteros era conflictivo y que no le extrañó que se retrasara

Desmonta las tesis de la acusación y afirma que el procedimiento fue el habitual

Marivi Salvo Patxi Cascante – Jueves, 4 de Febrero de 2016

“Conocí por la administrativa que (la licencia) no se había incluido en el orden del día. No me extrañó, porque este era un expediente que había sido conflictivo y complicado”

Pamplona – El arquitecto asesor técnico del área de Urbanismo del Ayuntamiento de Pamplona, Juan Ramón Gancedo, reconoció en su declaración ante el juez Otamendi que el proyecto de bar en Calceteros, 7 era un expediente controvertido y que no le extrañó que se retrasara porque “había sido conflictivo y complicado especialmente”. Asimismo, el arquitecto recordó ante el magistrado que, también, en otros casos anteriores, una propuesta favorable de licencia de bar por parte del técnico se había retrasado para su firma, por poner objeciones la dirección del área. Es decir, que era algo que había ocurrido en otras ocasiones. En la misma línea, el letrado del área, Ramón Mendiburu (que dio el visto bueno a la licencia) reconoció que con anteriores corporaciones, la dirección del área paralizó un expediente del bar al que él le había dado el visto bueno: “Se pidió otro informe a un letrado, y se denegó”, dijo.

El arquitecto Ramón Gancedo, con una amplia trayectoria en el área municipal de Urbanismo, compareció la semana pasada a requerimiento del juez Fermín Otamendi, ante la querella presentada por el empresario Fermín Elizalde contra el secretario técnico y el director de área de Urbanismo, así como contra el concejal delegado, por un presunto delito de prevaricación, al considerar que la paralización de la licencia del bar de Calceteros, se hizo de forma “ilegal”. La acusación presentó ante el juez como prueba la propuesta de resolución del 11 de agosto del citado técnico Juan Ramón Gancedo, con el visto bueno del letrado (Ramón Mendiburu) para este bar, que después no se firmó por parte de la dirección del área. Días más tarde fue una de las licencias paralizadas por la moratoria de hostelería en el Casco Viejo.

HABÍA OCURRIDO MÁS VECES En la declaración del técnico Ramón Gancedo ante el juez, a cuya grabación ha tenido acceso este periódico, el magistrado pregunta textualmente: “Una vez que llega al secretario técnico una propuesta, un informe técnico favorable, con el visto bueno del jurista, ¿el secretario general técnico puede echar para atrás esa propuesta, lo hace habitualmente?” La respuesta de Gancedo es directa: “Puede hacerlo (…) De hecho, alguna vez ha pasado”.

El juez va más allá: “En esos casos en los que el secretario general técnico, por las razones que sean, echa para atrás la propuesta que se le ha sometido a su consideración para que la firme en última instancia el concejal, ¿cuál es el procedimiento, lo habla con usted?”. Gancedo se explica: “Yo recuerdo en algún caso que se ha retirado algún expediente de un orden del día por alguna razón, porque el concejal quería verlo más despacio, o el director del área quería comentar algún tema, porque no estaba exactamente de acuerdo con el tema”.

El juez Otamendi vuelve a insistir: “Sí que le consta que en otras ocasiones, teniendo una propuesta con el visto bueno del técnico, del jurista etc. no se ha aprobado inmediatamente una resolución”. La respuesta de Gancedo: “Sí. Ha habido casos en que se han retirado propuestas del orden del día”. (Este orden del día es la relación de propuestas de licencias que se remiten a la dirección de Urbanismo para su firma definitiva).

“un expediente complicado” Entrando al caso concreto, la solicitud de licencia para el local de Calceteros, el juez Otamendi pregunta: “Recuerde usted esta licencia que era para abrir un negocio de hostelería en la calle Calceteros… Parece ser que hubo oposición de los vecinos, que hubo recursos de alzada, un interdicto civil… en fin, una serie de incidencias. Cuándo usted da el visto bueno, hace su informe favorable, que va al jurista… ¿Sabe usted cuando todo va con normalidad y no hay ningún problema, cuanto suele tardar el concejal en firmar esas licencias?”. Gancedo responde: “Normalmente esa semana”, y añade que su informe de Calceteros “es del día 11, martes, y el jueves se declaró el orden del día. Yo conocí por la administrativa que no se había incluido en el orden del día. No me extrañó, porque este era un expediente que había sido conflictivo y complicado”.

Le interroga de nuevo Otamendi: “¿Este es uno de los supuestos en el que los jefes, los directivos, a lo mejor se toman más días para pensarse si dan la licencia o no, incluso si está el informe favorable por los técnicos?”. Gancedo es rotundo: “Sí, además en este caso yo al propio director del área (Vicente Taberna) le dije: ‘Debes tener para firmar o tendrás para firmar este expediente que ha sido complicado. Un comentario de ese tipo yo creo que le hice, por eso no me extrañó”. Por último, preguntado por el abogado de la acusación, Gancedo precisó que el expediente “fue complejo administrativamente, por cuestiones derivadas básicamente de un tema civil. Sí que es verdad que hubo oposición civil al tema de la chimenea, se presentaron alegaciones con contenido…”. Y concluyó: “Fue un expediente que no es normal en ese sentido”, dijo el arquitecto.

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