Cáceres, en el mapa de las borracheras
Antonio Buenadicha 15/12/2019
El Ayuntamiento de Cáceres que con tanto desvelo cuida del bienestar de los cacereños y tantos esfuerzos hace para promover el desarrollo de la ciudad se propuso poner en el mapa a Cáceres. Como se sabe hay muchas clases de mapas. Está el mapa de las ciudades verdes, el de las ciudades universitarias, el de las industriales y también el de las ciudades de las borracheras. Con gran perspicacia el ayuntamiento ha apostado por este último mapa porque al conceder permiso para que los universitarios celebren la despedida del año en la Madrila lo que está haciendo es invitarles a consumir alcohol ya que no otra cosa pretendían los organizadores.
Esta misma semana se han pronunciado en Cáceres conferencias sobre historia, filosofía, arte, se han presentado libros, se han escuchado conciertos, recitales poéticos, sin ninguna ayuda ni presencia ni respaldo del ayuntamiento y quizás no haya contado con la asistencia de quienes estaban en la Madrila ni la de los que dicen que la ciudad está muerta. En estos mismos días despiden el trimestre en Oxford, en Cambridge, en Bolonia… ¿Acaso los ayuntamientos de esas ciudades pretenden aumentar su alumnado con el cebo de las borracheras o más bien se esfuerzan para ofrecer una enseñanza de calidad, y por eso en sus aulas se forman prestigiosos profesionales que triunfan en las instituciones más influyentes y dirigen las empresa punteras, los claustros reúnen a los más eminentes profesores y de allí salen muchos premios Nobel?
Nuestro ayuntamiento podría haber optado por imitar a esas ciudades y colocar a Cáceres en el mapa de las ciudades universitarias de calidad pero para eso hay que pensar y trabajar seriamente, algo que no está al alcance de algunos, de manera que estamos en el mapa de las borracheras y en lugar de premios Nobel tenemos defecaciones, orines y vomitonas en nuestras calles, aullidos y ruidos hasta altas horas de la madrugada y comas etílicos de vez en cuando. Según algunos esa es la manera de demostrar que Cáceres no está muerta.