Bares del Casco Viejo plantean disponer de personal en la calle para evitar los ruidos
Kepa García | Unai Beroiz – Viernes, 18 de Marzo de 2016
Vecinos y dueños de establecimientos de la zona de Navarrería se reúnen para consensuar medidas que limiten las molestias
Las quejas del vecindario serán atendidas en cuanto se produzcan
Pamplona – Para solucionar los problemas de convivencia generados por el choque de intereses entre los vecinos de los Casco Viejo y los dueños de los establecimientos hosteleros, las dos partes han celebrado esta semana una nueva reunión en la que los propietarios de varios locales de ocio han planteado medidas concretas que ayuden a disminuir las molestias que su actividad genera, entre las que se incluye que puedan disponer de personal propio que opere en la calle con la intención de reducir los ruidos en el vecindario.
Fue una de las propuestas que se pusieron sobre la mesa durante la segunda reunión que se mantiene con este propósito. A la primera, celebrada en noviembre del año pasado, acudieron hosteleros de las calles de San Agustín y Calderería y vecinos de la zona; y sirvió para poner de manifiesto que al margen de las diferencias existentes, hay disposición para mejorar la actual situación.
A la cita de esta semana acudieron una veintena de vecinos y 9 hosteleros de la zona de Navarrería, que explicaron algunas de las medidas ya acordadas con el Ayuntamiento de Pamplona para la limpieza de puertas de los portales y fachadas de edificios, un coste que asumirán los establecimientos. Además, se habría acordado la colocación de más papeleras y la instalación de algún aseo público en la zona.
Según el testimonio de uno de los asistentes, los dueños de los locales hicieron autocrítica y reconocieron las molestias que su actividad genera a los vecinos del Casco Viejo, especialmente de jueves a domingo.
Desde el otro lado, el vecindario reconoció la libertad de los negocios para plantear iniciativas que aumenten su rentabilidad (como el juevintxo) pero piden un cumplimiento de la normativa que en su opinión no se cumple en el caso de establecimientos que funcionan como bares pese a disponer de licencias de cafeterías.
El mayor problema que se produce es el del ruido -también la suciedad, aunque en menor medida- sobre todo en determinadas calles como Estafeta, San Nicolás o Navarrería. Para solucionarlo, los propietarios se comprometen a atender las quejas que se produzcan desde el vecindario y tratar de solucionarlas cuando sea posible.
canales abiertos De hecho, uno de los compromisos que vecinos y hosteleros han alcanzado hace referencia a la necesidad de reabrir los canales de comunicación cerrados durante algún tiempo por culpa de las desavenencias mutuas.
Otro aspecto que salió durante la reunión es el problema del botellón y de los puntos de venta de bebidas alcohólicas que provocan la presencia de más gente en la calle comiendo o bebiendo. En este punto están de acuerdo tanto los vecinos como los dueños de los bares, que ven en estos locales una competencia no regulada.
Código ético. Las asociaciones de hostelería elaboraron un “código de buenas prácticas” dirigido a sus miembros donde se incluyen algunas normas para evitar molestias a los vecinos. Se recuerda la necesidad de controlar los horarios y decibelios de la música en el interior de los locales, la prohibición de sacar bebidas a la calle y la obligación de limpieza del entorno. Además, se piden medidas para que no haya mucha gente en la calle bebiendo o comiendo con productos que obtienen en otros locales.
Los apuntes
Tres sanciones a bares del centro en 2015. De los 48 casos de molestias por bares, 29 derivaron en expediente sancionador. En el Casco Viejo, el número de sanciones incoadas fue de 3.
Agrupados contra los ruidos. Un centenar de personas conforma la plataforma ciudadana Convivirenloviejo, constituida en septiembre de 2014, para reclamar un ocio más responsable con los residentes en el centro.
Saturación. San Nicolás es la ruta de moda para la hostelería de Pamplona. Un bar cada 9 metros de calle. Quince bares, además de cuatro tiendas de bebidas, y otros que están en obras.
La única diferencia del bar y la cafetería está en la cocina. Las cafeterías deben contar con cocina y, por tanto, ofrecer comida siempre que estén abiertas. Los horarios son los mismos que tienen los bares: de 6.00 horas a 2.00 horas (2.30 los fines de semana).
La cifra
48
De los 148 expedientes abiertos en 2015 en Pamplona, 56 fueron por las molestias vecinales, 48 por los bares, y 44 se engloban en el capítulo de otras causas. En el Casco Antiguo, en concreto, hubo 20 denuncias en total, de las cuales 12 eran por el ruido de los bares, 5 por comercios y 3 por molestias del vecino.