Amabilizando que es gerundio

Luis Zarraluqui 11 de septiembre de 2017

Bajo la pretenciosa denominación de “Plan para amabilizar el centro”, el Ayuntamiento de Pamplona ha desarrollado una serie de obras en la zona central de la ciudad, diseñadas para restringir al máximo el tráfico rodado, que sólo se admite para los autobuses urbanos, bicicletas y vehículos autorizados (se supone que para los de la policía, ambulancias, taxis, etc.). Los vecinos y usuarios de los parkings existentes ven su derecho de acceso y de salida a sus viviendas muy perjudicado.

Lo primero que nos ha sorprendido es que no se ha informado ni consultado en absoluto a los vecinos. Ha sido un “yo lo guiso y otros se lo comen”, les guste o no. Se ha hecho sin participación pública, sin información y consultas previas. Para el TAV los mismos grupos políticos reclaman una consulta popular, para esto no. Para esto se han tomado decisiones sin consultar a los directamente afectados, en un ordeno y mando pleno de autismo político. Nos han puesto patas arriba la circulación sin tener en conocer nuestra opinión ni valorar los problemas nos ocasionan.

En la parte positiva, se ha mejorado el acceso del público a los autobuses urbanos, ya que se acercan algunas líneas importantes. En cuanto al resto, aceras de hormigón o simplemente virtuales, muchas innecesarias, calzadas reducidas mediante pintura por las que no hay apenas tráfico, atascos en zonas circundantes (Avenida del Ejército) y semáforos de peatones absurdos. La mejora de la circulación en bicicletas, es como siempre limitada y sin continuidad con el resto de la ciudad, la prueba: siguen por las aceras.

Los inconvenientes para los vecinos son, al menos, de dos tipos:

1.- Antes teníamos 4 vías diferentes para entrar en coche a nuestra zona. Ahora tendremos sólo una, desde el edificio Singular hacia la avenida de Navas de Tolosa, en un único carril. La congestión en la Avenida del Ejército ya se nota y se seguirá notando.

2.- Antes teníamos 3 alternativas diferentes para salir en coche de nuestra zona. Ahora solo una, la misma que la entrada, por Navas de Tolosa hacia el Edificio Singular. Para ir luego en dirección este, ahora hay que ir hasta la plaza Juan XXIII para dar la vuelta en 180º. Esta plaza ya está congestionada y sus problemas se van a incrementar. Téngase en cuenta que todo el tráfico proveniente del norte se derivará a ese punto, al cerrarse la subida y bajada en coche por el Portal nuevo.

Además, los comercios y servicios de la zona verán muy dificultado el acceso, y sobre todo el aparcamiento, de sus clientes, y los vehículos de distribución y abastecimiento a comercios van a tener igualmente problemas adicionales.

Mientras tanto, seguimos con los mismos problemas que tenemos desde hace años, desde que la noche en el Casco Viejo se puso de moda: los bares de día que mutan en locales de copas y música, los cánticos y gritos de madrugada, la suciedad, orines, vómitos, vidrio y otros desperdicios de la mañana siguiente, por no decir de las continuas manifestaciones y reivindicaciones diurnas con silbatos que alteran la tranquilidad de nuestras calles.

Eso sí que hace poco amables nuestras calles a los vecinos, pero muy acogedoras para los que vienen de a otro tipo de actividades, digamos de ocio y políticas. Lo que no hacen en su barrio lo pueden hacer aquí. Las campañas iniciadas la legislatura pasada reclamando respeto al derecho a dormir de los vecinos han pasado a mejor vida. Estas últimas cuestiones no están, al parecer, en la agenda de “amabilizar” el centro.

Pero todavía se está a tiempo de corregir algunos errores que sin duda se incluyen este planteamiento y, sin alterar de modo sustancial lo realizado, mejorarlo. Aprovecho esta tribuna para sugerir algunos cambios que considero necesarios:

1. Considérese a los vehículos de los vecinos residentes en la zona como vehículos especiales o autorizados para circular por determinados tramos ahora vetados. Pónganse más cámaras para controlarlos si es necesario. Los tramos limitados están ahora vacíos la mayor parte del tiempo, un auténtico desperdicio de sus posibilidades como espacio de circulación rodada.

2. Las acciones en pro del uso de la bicicleta deben coordinadas y con una visión de ciudad. No más carriles limitados a zonas puntuales y sin continuidad ni conexión clara.

3. Abórdense de una vez los problemas de la vida nocturna, y por tanto del descanso de los vecinos. Tenemos derecho a dormir y a encontrarnos nuestras calles limpias. Hagan campañas, vigilen y sancionen si hace falta.

Y un último comentario: no cabe “amabilización” de un barrio sin “amabilidad” para sus vecinos. Piensen en éstos, cuenten con ellos y hagan cosas por ellos. Nosotros estamos aquí 24 horas los 7 días de la semana la mayor parte del año.

Luis Zarraluqui Ortigosa es parlamentario foral de UPN.

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