Juevintxo, la cita del verano

Reportaje de Uxue Villanueva | Fotografía Unai Beroiz – Domingo, 21 de Agosto de 2016

Una forma de reactivar los jueves, y acabó siendo un reclamo para la clientela universitaria en invierno. Pero hoy en día esta cita a pie de barra es además un fenómeno gastronómico estival

El mejor plan para los pamploneses y pamplonesas un jueves, sin duda, es ir a los bares del Casco Viejo a degustar los deliciosos pinchos que ofrecen. Ese vermú al final de la tarde se ha convertido poco a poco en tradición, y se ha coronado como Juevintxo o Juevincho, lleno de ofertas, buen ambiente y fiesta.

Las calles Estafeta, San Nicolás y Navarrería son las pioneras en ofrecer este servicio. Desde hace aproximadamente cinco años, cada jueves, tanto de invierno como de verano, sus aceras se abarrotan de gente. Navarrería apenas tiene sitio para pasar por la calle, al igual que San Nicolás y Estafeta, ya que los asistentes se adueñan del suelo para tomarse su aperitivo.

Este recreo tiene su origen en el Tapa Vinos, oferta de un vino de calidad, el Chivite por ejemplo, y una “tapita”, impulsado por la Asociación de Empresarios de Hostelería Navarra (AEHN). Cerca de 35 bares incorporaron la nueva iniciativa. En la Comunidad Autónoma Vasca el Pintxo Pote triunfaba, y en Pamplona vieron la necesidad de algo semejante. “Nuestra intención era reactivar los jueves y sacar la gente a la calle”, detalla Nacho Calvo, secretario general de AEHN.

Comenzó siendo como “un evento de alta calidad”, señala Nacho, pero con la afluencia de los jóvenes universitarios, “la marca que ha funcionado es el Juevintxo”, añade. La demanda ha evolucionado a un aumento del volumen de pinchos con un vino de menor calidad. El secretario general de AEHN destaca que “con elementos de menor calidad pueden obtenerse menos beneficios”.

A raíz de esta iniciativa, en los últimos años ha habido un aumento considerable de ruido por las noches. Tras la polémica, se ha prohibido sacar bebidas alcohólicas de los establecimientos a partir de las 23.00 horas. Nacho Calvo asegura que “el evento, el concepto de poteo, finaliza entre las 22.00 y 22.30 horas”. El problema viene de los jóvenes que continúan con la juerga, los que se quedan con ganas de más. Por ello, diversos bares se adecuan a la fiesta de la noche con ofertas de combinados y de cerveza.

disparidad Los protagonistas del Juevintxo en invierno son los estudiantes. En verano, en cambio, familias y jóvenes que están de vacaciones. Los diversos establecimientos no coinciden en la afluencia que recogen los jueves.

El bar Chez Evaristo, situado en la calle Estafeta, señala que acude más gente en invierno que en verano. Con la misma oferta que en muchos otros establecimientos, a primera vista, expresan no tener mucho beneficio, pero tampoco pérdidas.

El Mesón de la Tortilla, especialistas en lo que el nombre indica, triunfan con la variedad que ofrecen. Cada jueves, el suelo de la calle Navarrería se inunda de pinchos de tortilla de patata. Por tan solo dos euros, ofrecen uno de éstos y un botellín de cerveza. Bajo el punto de vista de este establecimiento no hay diferencia de la cantidad de personas que acude en invierno y en verano.

La sidrería Chez Belagua, ubicada en el centro de la Estafeta, señala que en verano acude más gente. Más que el ambiente estudiantil de invierno, hay más familias y grupos de amigos y amigas de la ciudad. Llevan unos tres o cuatro años ofreciendo la oferta, y ellos comenzaron como “una campaña de publicidad. Así como la gente se anima los jueves, luego los vemos los sábados, por ejemplo”.

Muchos otros bares también participan en el popular Juevintxo, todos ellos elaboran los pinchos expresamente para la jornada. Saquen beneficios o no, han conseguido reactivar los jueves y crear buen ambiente en el Casco Antiguo de la ciudad.

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