Se vende – Salgai
Paco Roda 20·03·23
Xabi vive en el Casco Viejo desde hace 35 años. Así que ha visto de todo. Es, por así decirlo, un observatorio humano de la evolución de este ecosistema urbano. Me dice que está cansado. Lo dice con pena y mala hostia. Me invita a un café en su casa. Subimos y veo que del balcón cuelga una pancarta que dice “Se vende-Salgai”. Le pregunto si vende el piso y si esa es la razón de su pena. No seas tonto, dice, jamás me iría de aquí. La pancarta es parte de una campaña vecinal como protesta por lo que sucede.
Hace años, dice, que este barrio dejó de ser un hábitat sostenible, equilibrado; donde se convivía a golpe de vecindario y prácticas solidarias, donde vivir todavía era pasear, comprar en la tienda de la esquina, jugar, sentarse en los bancos, beber agua de las fuentes, compartir revelaciones, salir de vinos a escote y donde el elegante silencio de la noche empezaba a las once. Y entonces dormías.
No te pongas nostálgico-reaccionario, le dije. Tendrías que vivir aquí y ver en qué se ha convertido esto, responde. Los 137 locales de hostelería que hay –muchos tuneados– han colapsado el territorio y atomizado las prácticas de ocio. Además, somos el 5,6% de la población pero aguantamos el impacto festivo y medioambiental de toda la ciudad. Porque aquí se concentra el 80% de los eventos que se organizan. Desde una carrera de caracoles a un campeonato de canto de grillos.
Y es que este Casco Viejo es una inmensa carpa, un bar a cielo abierto, una terraza infinita, un mercado al por mayor que alquila el 60% de los apartamentos turísticos de la ciudad mientras el comercio de barrio desaparece.
Aquí o militas o te vas, dice. Y recuerda “El Cabañal”, ese barrio valenciano que nunca se rindió. Entonces Xabi dice que solo la lucha vecinal recuperará el barrio para sus habitantes. Porque de los políticos espera poco tras años de abandono y mirar para otro lado.