Las zonas intranquilas
Iñigo Virto Quecedo 25/01/2021
Esta semana los pamploneses hemos conocido la decisión del Ayuntamiento de compensar el problema económico actual de un grupo de hosteleros mediante, una vez más, la cesión del espacio público. En este caso, las plazas de Compañía y San José. Esta solución no es nueva, y ha sido propuesta por varios grupos municipales. Lo que sí es nuevo es que hemos descubierto el criterio que se va a utilizar para convertir esta cesión, inicialmente temporal, en definitiva. El alcalde ha declarado que no ve la instalación de una terraza en San José como definitiva por ser una “zona tranquila”. Algunos grupos comparten esta visión. Reconocen así dos cosas: primero, que poner terrazas termina con la tranquilidad de una zona, y segundo, que un criterio de cesión definitiva será la tranquilidad o no tranquilidad de las zonas donde se ubiquen. La “tranquilidad” se convierte ahora en una nueva pauta de ordenación del espacio público.
Sorprende esta revelación, por lo incoherente. Las zonas de la ciudad no son más o menos tranquilas como son más o menos soleadas: la tranquilidad a la que se refiere el alcalde es consecuencia de las decisiones que toma el mismo ayuntamiento que después va a utilizarla como criterio para ofrecérselas al sector privado de manera definitiva. Uno se pregunta: ¿cuál es la demarcación entre zonas tranquilas e “intranquilas” según el Ayuntamiento? ¿Por qué no pueden ser todas las zonas de la ciudad tranquilas? ¿Cuántos metros de esta tranquilidad merece a su alrededor un centro de salud, una escuela, un convento, una zona de juego infantil, nuestra propia vivienda? Todos los sectores y familias afectados por la pandemia merecen la solidaridad y el apoyo de los ciudadanos y de las autoridades. Esta solidaridad puede expresarse de muchas maneras (ERTEs, ayudas, subvenciones, etc), pero debería preferentemente materializarse en euros, no en metros cuadrados de tranquilidad en el espacio de todos.