El Gobierno plantea crear nuevas áreas de gestión pública y privada para revitalizar el comercio urbano
JUAN ÁNGEL MONREAL JAVIER BERGASA – 23 de abril de 2019
Propone un anteproyecto de Ley para permitir una colaboración estable entre empresas y ayuntamientos
Los comercios pagarán cuota obligatoria que ellos mismos gestionarán
Por tercer ejercicio consecutivo, el pequeño comercio vio cómo sus ventas descendían el año pasado. No se trata de una novedad. De hecho, desde 2007, los comercios unilocalizados, aquellos que solo poseen un establecimiento y no forman parte de una cadena, solo lograron incrementar sus ventas en 2015, y quizá como un efecto rebote tras años de recesión. En 2018, con la economía creciendo al 3%, sus ventas cayeron un 0,2%, según el Índice de Comercio al por Menor, en contraste con los incrementos de ventas tanto de las grandes superficies como de las pequeñas y medianas cadenas. Y por no hablar de las ventas de gigantes electrónicos, que aumentan a doble dígito.
Revertir esta caída, que se traduce en el cierre de pequeños establecimientos y en su sustitución por otro tipo de locales, es el objetivo del Plan de Impulso al Comercio Minorista de Proximidad, aprobado en 2017 y que aspira a mantener y mejorar las cuotas de mercado y empleo de este sector, que en Navarra daba empleo a finales de año a 15.850 asalariados y a 6.950 autónomos. Y a raíz de esta iniciativa, el Gobierno de Navarra somete estos días a información pública un anteproyecto de Ley Foral que permita regular las denominadas Áreas de Promoción Económica en la Comunidad Foral, espacios en los que el sector público y el privado colaboran de forma estable en la captación de inversiones, la gestión del espacio urbano, su limpieza, su seguridad o el desarrollo de eventos. “Tenemos competencias legislativas plenas para poder regular mediante Ley Foral esta nueva forma de colaboración”, explican desde el Gobierno de Navarra.
Estas áreas, denominadas BID en inglés, son en definitiva un instrumento asociativo y de colaboración público-privada que ha contribuido a revitalizar comercialmente los entornos urbanos en donde se han aplicado, explican desde el Departamento de Desarrollo Económico, que ha celebrado recientemente una jornada para mostrar el modelo a los agentes comerciales y económicos interesados. Los BID, explica Manu Ayerdi, vicepresidente del Gobierno de Navarra, “desarrollan actuaciones como la captación de inversiones para mejorar el mixcomercial y reducir el número de locales vacíos, la organización de eventos y espectáculos para dinamizar la demanda, la construcción de la imagen de marca, la mejora de la apariencia del paisaje urbano o la gestión compartida de servicios. Estas actuaciones son complementarias o adicionales a las que realicen las administraciones públicas, nunca sustitutivas”, dice Ayerdi
PAGO DE CUOTA OBLIGATORIO
Ayerdi también destaca la flexibilidad del modelo BID a las necesidades de cada zona y el valor de la cooperación obligatoria. La forma jurídica que crea el BID sirve para resolver el problema de otras fórmulas “como la falta de cooperación de algunos establecimientos y empresas denominados free riders que no aportan a la organización, pero se benefician de las acciones realizadas”. “En síntesis -continúa- son un instrumento dirigido a superar las limitaciones con que se encuentran las actuales herramientas de impulso del comercio urbano y de proximidad”.
Para las administraciones, los BID también presentan ventajas, especialmente para los ayuntamientos. Además de favorecer la regeneración económica de la ciudad, retienen el talento e incrementan el atractivo para nuevos negocios. Además, facilitan una comunicación fluida y directa con los agentes económicos situados en el BID, lo que hace más eficaz la aplicación de las políticas. Las administraciones supervisan las actuaciones de los BID, para alinearlas con el interés público.
Aunque la iniciativa puede ser extensible a las áreas industriales y a las zonas turísticas, en el caso de Navarra, el objetivo de la implantación de estas áreas es el comercio, por lo que el concurso de los ayuntamientos de cada ciudad es imprescindible. “Son ellos los que deben aprobarlo”, explican desde el Gobierno”. Así las características del BID se adaptan a cada realidad urbana y geográfica, presenta características comunes. “Los BID surgen por iniciativa del tejido económico-comercial de una determinada zona urbana. La propuesta debe ser aprobada por el Ayuntamiento y posteriormente ratificada democráticamente en un proceso en el que participen todos aquellos sujetos que, en caso de constitución del BID, queden obligados a satisfacer la aportación para financiar su presupuesto de actuaciones. Su período de actuación es limitado, ordinariamente cuatro años, y podrá ser prorrogado”, explican.
Con esta limitación temporal se busca así alejar el miedo a una privatización del espacio público. Y se ofrece de este modo la posibilidad de revertir las actuaciones tomadas. Porque el consenso general de comerciantes, gestores y estudiosos es que “algo hay que hacer”.
“En España no existen BID”, explica Helena Villarejo, profesora titular de Derecho Administrativo de la Universidad de Valladolid, quien expuso en Pamplona, durante la jornada de presentación del modelo, algunas de las características que deben reunir estos nuevos desarrollos. Según explica, en España se optó desde finales de los años 90 por un modelo intermedio, denominado Centros Comerciales Abiertos, que a su juicio presenta algunas insuficiencias. “Son unos 400, están basados en asociaciones voluntarias, con pocos negocios afiliados y muy dependientes de las ayudas públicas”, señala la profesora, quien a su vez alude a otras carencias detectadas en el formato, como la escasa profesionalización de su gestores y la ausencia de proyectos e iniciativas a medio plazo. “Algunas asociaciones se han visto además muy afectadas por la crisis económica y por el recorte de la financiación pública que reciben, de la que son además muy dependientes”.
Tanto Villarejo como Esteve han estudiado el desarrollo de este modelo en otras ciudades y concluyen que tiene efectos beneficiosos para aquellas áreas urbanas que se estructuran de este modo. “Reciben más visitas, sus comercios venden más, hay menos locales vacíos y se cometen menos delitos, por lo que mejora la percepción de la zona y de la ciudad”, señalan las profesoras en su presentación, en la que plantean que Navarra se fije en los ejemplos de ciudades del Reino Unido o Alemania.
“Los BID no se pueden ver como una panacea para todos los problemas que afectan a los centros de las ciudades, a las calles principales o a las áreas necesitadas”, explica Álvaro Costela Sánchez, director de marketing del BID de Liverpool y que ha estudiado el efecto de estas zonas de promoción económica en Alemania. “Pero sí son una herramienta poderosa para fortalecer los vínculos entre el sector público y el sector privado y desarrollar un enfoque común para enfrentar problemas. El éxito se basa en una estrecha colaboración entre la comunidad empresarial local, el apoyo del sector público y las principales partes interesadas junto con la existencia de un presupuesto sustancial que permite acometer proyectos relevantes”.
APUNTE
LOS CASOS DEL REINO UNIDO
Con más de 310 BID, Reino Unido es el país que ne mayor medida ha apostado por un formato que también se ha extendido a Irlanda con fuerza y que tiene en la promoción de los centros urbanos uno de sus principales objetivos. Comenzaron a implantarse en 2004 y desde entonces su crecimiento ha resultado espectacular. El de Liverpool es uno de los más potentes y agrupa tanto a oficicinas como comercios: cuenta con 1.500 miembros y un presupuesto cercano a 1,9 millones de euros. Apoya al Ayuntamiento en seguridad, limpieza y organización de eventos y conectividad. No es el único caso de éxito. Inverness y su BID turístico han dianmizado las visitas al espacio del Lago Ness y su maravilloso entorno. East Lothian, por ejemplo es otro ejemplo inspirador para Navarra, al agrupar la oferta de comida y bebida y haber logrado una implicación de la industria agroalimentaria de la zona. – D.N.
CLAVES DE LA INICIATIVA
LAS CIFRAS
-0,2
CAEN LAS VENTAS DEL PEQUEÑO COMERCIO
El comercio pequeño, aquel que cuenta con un único establecimiento, vio cómo sus ventas reducían un 0,2%. En 2017 cayeron un 1,6%.
10,6
SUBEN LAS PEQUEÑAS CADENAS
En 2017, por el contrario, cayeron un 1,4% y, en 2016 registraron una subida del 2%.
1,6
SUBEN LAS GRANDES CADENAS
Estos establecimientos acumulan crecimientos sensibles, en ocasiones por encima del 10% de forma consecutiva desde el año 2014.
22.900
EMPLEOS. El comercio minorista ha creado empleo en los últimos años de crecimiento económico y cuenta con unos 22.900 trabajadores entre asalariados y autónomos.
13%
DEL EMPLEO TOTAL
En estos momentos el comercio supone en torno al 12,7% del empleo total y el Plan Estratégico, que abarca hasta el año 2020 plantea que esta cifra se sitúe en torno al 13%.
15%
VENTA ‘ON LINE’. El cambio de preferencias de los consumidores, cada vez más habituados a comprar desde casa o el móvil , incide en la actividad del pequeño comercio, que en general ha acudido con retraso a la modernización tecnológica. El objetivo del plan es elevar desde desde 9-10% con el arrancó el plan hasta el 15% la implantación de las ventas electrónicas.
PASO A PASO
Qué es un BID. Las siglas BID provienen del inglés Business Improvement District. APE: Áreas de Promoción Económica en su traslación al castellano. Surge en 1970, en Toronto, y se trata de un modelo de gestión urbana sectorial que ha proliferado en varias ciudades norteamericanas, de Reino Unido, Irlanda, Alemania, Suecia, Suiza, Brasil, Sudáfrica o Japón, entre otros países.
¿Es público o privado? Es privado, pero debe contar con una autorización pública. La administración vigila asimismo que las actuaciones de esta área de promoción económica se alinee con el interés común de la ciudad o el territorio en que se ubica.
¿De qué se encarga? Depende de los casos, pero el BID colabora con la administración en aspectos como la regeneración urbana, turística, comercial o industrial;la captación de inversiones, la organización de eventos y espectáculos para la atracción de la demanda, la dinamización de la zona y la construcción de la imagen de marca. Procura asimismo una mejora de la calidad medioambiental, la movilidad y la sostenibilidad de la zona. El BID puede colaborar asimismo en la mejora de la apariencia del paisaje urbano: (impieza, iluminación, señalización, ornamentación y mobiliario) así como en la seguridad de los espacios públicos y de los establecimientos, locales y negocios de la zona. Del mismo modo proporcionan asistencia a sus miembros y a su formación permanente y facilitan una gestión compartida de servicios destinados a sus miembros tales como logística, distribución de mercancías, las relaciones con proveedores o la digitalización.
¿Cómo se financian? El objetivo es que estos organismos cuenten con un presupuesto suficiente y estable, que permita contar con una gerencia bien remunerada y afrontar actuaciones relevantes. De este modo se prevé una financiación mediante las cuotas y aportaciones obligatorias de aquellos agentes que se beneficien del BID (titulares de actividades económicas y los propietarios de locales desocupados). Junto a ello, recibría subvenciones y ayudas públicas, y gestionaría los rendimiento y derivados derivados de los servicios que presten, así como de la explotación de su propio patrimonio.
¿Quién recauda? El Ayuntamiento es el encargado de recaudar las cuotas, que posteriormente son transferidad al BID.