Ocupaciones

Javier Hualde 10 de agosto de 2018

En este barrio nuestro, mercantilizado hasta la náusea, todo lo que no sea llenar los bolsillos de la nueva casta depredadora que se ha dejado caer por aquí en los últimos años parece que está proscrito. Un barrio convertido en un gran bar al aire libre, donde la ocupación por cuatro chavos del poco espacio público del que disponemos los vecinos y vecinas no parece preocupar a nuestras amabilizadas autoridades. Esa es la verdadera ocupación que sufre nuestro barrio. Pero esa no preocupa. Esa es legal. Y, claro, la juventud del gaztetxe estorba. Porque cuestiona un modelo impuesto por cuatro aprovechados que se está cargando la vida del Casco Viejo. Porque quiere un barrio pensado para la gente que lo habita. Porque plantea relaciones y actividades fuera del circuito comercial-especulativo. Y todo esto es obviamente peligroso para esa nueva casta que solo pretende seguir explotando nuestro barrio-negocio. Qué después de los goles que nos han colado y que nos pretenden colar (cafeterías, pisos turísticos, zentrales, unzus,.., eso sí, todo muy legal y, si no, se cambia la legalidad), este proyecto no tenga cabida en nuestro barrio, es, sin más, insultante.