Los bares en zona saturada de ruidos no podrán abrir más horas en los Palomos
Belén Castaño Chaparro 1 de junio de 2018
SEGÚN EL ESTUDIO EN VIGOR, DEL 2014, HAY MÁS DE 70 NEGOCIOS DE HOSTELERÍA EN ESTE ÁREA
La Junta afirma que no es la primera vez que se excluyen y que se analizará para las siguientes fiestas. El ayuntamiento muestra su «sorpresa» por la resolución, la respetará, pero no la comparte
Los establecimientos de hostelería del Casco Antiguo ubicados en la zona saturada de ruidos no podrán abrir dos horas más ni hoy ni mañana. El Ayuntamiento de Badajoz solicitó a la Junta de Extremadura una ampliación de dos horas en el horario de cierre con motivo de la fiesta de Los Palomos y la Dirección General de Emergencias y Protección Civil dictó una resolución favorable, pero en la que se excluye de este permiso especial a los bares, restaurantes, cafeterías y pubs del área saturada acústicamente conforme a lo establecido en el Decreto 19/1997, de 4 de febrero, de Reglamentación de ruidos y vibraciones.
La concejala de Policía Local, María José Solana, tras la Junta de Seguridad Local celebrada el martes para diseñar el dispositivo de seguridad de los Palomos, informó de que la ampliación de horarios había sido concedida. Entonces conocía la decisión de palabra, pero no había recibido aún la resolución oficial por fax (llegó sobre la una de la tarde). Solana mostró ayer la «sorpresa» del ayuntamiento al comprobar que se excluía a parte de los establecimientos del Casco Antiguo lo que, según defendió, se produce por primera vez. La concejala aseguró que respetan la decisión, pero no la comparten, pues consideró que una fiesta como Los Palomos, que es un referente «nacional e internacional» de tolerancia, «no es el momento para tomar este tipo de iniciativas», dijo. Asimismo, apuntó que este tipo de cuestiones se podrían haber tratado de manera «interna» entre ambas administraciones si la Junta ya había optado por restringir el horario especial a la zona saturada de ruidos.
Sobre la posibilidad de recurrir la resolución, Solana lo descartó dado que, a su juicio, a pocos días de la fiesta podría suponer crear un problema. La zona saturada de ruidos entró en vigor en el 2010 y se renovó en el 2014, que aún sigue vigente y contemplaba 73 negocios suceptibles de emitir ruidos. En octubre del año pasado se prorrogó tras encargar un nuevo estudio acústico, que amplía el área, pero que aún no ha sido aprobado.
Por su parte, la Junta de Extremadura aseguró que no es la primera vez que se aplica esta restricción horaria a zonas declaradas saturadas por acumulación de ruidos, con la que se «persigue conciliar los legítimos derechos al ocio, a la actividad empresarial y al descanso», pues ya en el 2016 se dictó una resolución de la entonces Secretaria General de Política Territorial y Administración Local con fecha 18 de enero del 2016 por la que se ampliaban los horarios de cierre de los establecimientos públicos de la región por el Carnaval y «excluía precisamente» a los establecimientos ubicados en este tipo de áreas.
NO HABÍA RECURSO / Fuentes de la Dirección General de Emergencias y Protección Civil confirmaron que el ayuntamiento no había interpuesto, hasta ayer, ningún recurso contra el dictamen y recordó que el incumplimiento de esta resolución, como el de cualquier otra norma que imponga determinadas obligaciones «puede dar lugar a la comisión de una infracción y en su caso a la correspondiente sanción».
Asimismo, añadieron que para las siguientes fiestas se analizará la situación «en tiempo y forma, no ahora».
La Confederación de Empresarios de Extremadura (Cetex) criticó la decisión y responsabilizó directamente a la Asociación Contra el Ruido Espantaperros, a la que acusó de presionar a las administraciones con «presuntas amenazas de denuncias penales», según su gerente, Antonio Martínez, quien subrayó que la restricción no solo supone un perjuicio para hosteleros y distribuidores, sino para la propia fiesta de los Palomos. «Se daña a una fiesta que atrae a turistas a Badajoz a los que les transmitimos que disfruten un rato, pero que luego se vayan», dijo.
La Asociación Espantaperros-integrada en la Asociación contra el Ruido de Extremadura, que fue la que el miércoles advirtió de los términos de la resolución- rechazó las acusaciones de Cetex. El presidente de ambos colectivos, José María Iglesias, defendió que ni han presionado ni amenazado nunca a ninguna administración y que lo único que han hecho en sus reuniones con la Junta y el ayuntamiento es instar a los poderes públicos a que se cumpla la ley, que recoge que en las zonas saturadas de ruido no se pueden ampliar los horarios de cierre de los establecimientos públicos. En este sentido, recordó que el Defensor del Pueblo ya instó al consistorio pacense en agosto del año pasado a que «sin demora» redujera el horario «normal» de los negocios de hostelería en este área. «Recortarlo, no ampliarlo», enfatizó Iglesias, quien recordó que sus demandas están «consagradas en la Constitución, no como el ocio».