Ruidos, ocio nocturno y pisos turísticos centran las inquietudes del foro de barrio del Casco Viejo
KEPA GARCÍA/IBAN AGUINAGA – 28 de Marzo de 2018
Los ruidos nocturnos vinculados al ocio, el incremento de los pisos turísticos y cuestiones relacionadas con el Plan de Amabilización fueron los tres asuntos tratados ayer en el foro vecinal en el Casco Viejo, que estuvo presidido por el representante de Aranzadi Manuel Millera en su condición de concejal de barrio.
La reunión tuvo un formato diferente al habitual, ya que en vez de comenzar con los habituales comentarios de los asistentes sobre temas diversos de la actualidad vecinal y la situación del barrio, se inició con la intervención de un representante del colectivo Plazara que informó del proceso que se ha llevado a cabo para poner en marcha un centro sociocultural comunitario en el palacio Redín y Cruzat, ubicado en la calle Mayor 31.
Según indicó Peio Zabalza, el nuevo espacio vecinal es una realidad desde el pasado 25 de enero tras crearse la primera asamblea constituyente con la participación de 34 personas. El proceso arranco antes, en 2016, cuando se analizaron las 2.014 propuestas vecinales para definir posibles usos en el edifico: ludoteca, talleres, aulas, cine, concierto, radio o actividades de artes plásticas y formación.
DE FORMA PARCIAL En una segunda fase, desarrollada el año pasado, se debatió sobre el modelo de gestión, la filosofía y los aspectos organizativos en dicho edificio municipal, que llevaba años sin uso y en paulatino deterioro. Finalmente, los seis colectivos que han impulsado el proyecto han comenzado a hacer uso del espacio, de momento de forma parcial, ya que la mayor parte del mismo no ofrece las condiciones más apropiadas, por lo que las actividades se están limitando a la parte baja.
Está previsto que el palacio sufra una remodelación en el verano, lo que obligará a los colectivos a trasladarse de forma provisional a otro espacio en la misma calle (el local ocupado por Muebles Apesteguía). Zabalza comentó que ya está aprobado un protocolo para la cesión de las llaves -dijo que cada grupo tiene una y que existen otras dos disponibles- y uso de locales.
Según indicó, el objetivo es que en el edificio se lleven a cabo diversas exposiciones y también se quiere poner en marcha un laboratorio creativo, talleres de formación y actividades lúdicas para el barrio.
A continuación intervinieron dos representantes del colectivo Piparrika, que se encarga de la gestión del huerto urbano en la calle Jarauta, quienes destacaron la buena acogida de la iniciativa (hay 70 voluntarios) y las posibilidades que tiene de cara a la educación infantil y juvenil. El huerto está abierto las tardes de los miércoles y viernes y algunos sábados.
Tras estas dos intervenciones, los asistentes se repartieron en los distintos grupos según la temática para debatir y plantear propuestas. Al cabo de media hora un portavoz de cada grupo se encargó de exponer lo tratado en esas minireuniones.
Por lo que se refiere a los pisos y apartamentos turísticos, Leticia se refirió a la problemática que genera el fenómeno del turismo en el incremento de los alquileres del Casco Viejo y planteó que se den ayudas. Sobre este asunto, el edil Millera comentó que los precios han subido un 17% en los tres últimos años.
Por lo que se refiere a la movilidad, hubo opiniones a favor y en contra del Plan de Amabilización y se plantearon medidas alternativas para que las personas puedan acceder al Casco Viejo.
Más quejas salieron del grupo dedicado a los ruidos. Hubo varios asistentes que se quejaron amargamente de la afluencia de clientes a los bares de la zona y reclamaron su derecho al descanso. Como es habitual, en el turno de preguntas hubo una alusión para que la biblioteca pública de San Francisco abra los sábados.